El Piquituerto Común ( Loxia curvirostra ) mide unos 16 cm y destaca por su aparente corpulencia, cabeza ancha y mandíbulas entrecruzadas.
Pesa entre 32 y 39 gramos .
Su nido, de forma esférica, lo sitúa a media altura en los pinos, siendo la puesta de entre 3 y 5 huevos.
Suelen criar varias veces en el mismo año e, incluso, en pleno invierno se han detectado nidos.
Se calculan entre 140.000 y 190.000 parejas reproductoras en España, si bien la población se ve aumentada en invierno con la llegada de ejemplares del norte de los pirineos.
Este fenómeno es especialmente intenso en algunos años.
Piquituerto común( Loxia curvirostra ).
Foto : © Toni Zaragozí.
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Es un ave abundante en ciertas zonas de nuestra provincia, aquellas que presentan unas pinadas bien conservadas (Guardamar del Segura, Tibi, Castalla, Petrer, Aigües de Busot, Crevillente, Denia, etc).
Las sierras más densamente pobladas por este fringílido son: Maigmó, Serra de Crevillent, Bernia, Aitana (zona de la base militar), Cabeçó d'Or, Carrascar de la Font Roja , La Grana y La Carrasqueta.
Asimismo , la Pinada Guardamar presenta buenos niveles de estas aves.
Su forma de alimentarse está estrechamente unida al desarrollo de las piñas y brotes tiernos de pino. Muchas veces lo vemos dando vueltas y vueltas a la misma piña, hasta que logra abrirla por completo.
La presencia de esta curiosa ave se detecta por la gran cantidad de piñas trabajadas y que aparecen diseminadas debajo de los pinos.
Se diferencia el macho de la hembra por su colorido, siendo el macho de color rojizo y la hembra de un color oliváceo. Los jóvenes presentan unas pequeñas manchas por todo el plumaje que les hace camuflarse con gran facilidad.
El canto de este fringílido podría recordar al del Verderón común (Carduelis chloris ), aunque repite notas más chirriantes y entrelazando el chip-chip-chip . Este canto ayuda a mantener el grupo familiar unido.
Si nos proveemos de paciencia les podremos ver y oír cerca de balsas de agua, antes de bajar a beber. Cuando bajan los primeros, el bando va detrás, organizándose un gran movimiento de pájaros que entran y salen de las charcas bebiendo y lavándose. Esto es más habitual en las horas centrales de más calor en verano.
Algunas aves cuando caen en las redes que usan los ornitólogos para anillarlas, consiguen liberarse trepando poco a poco por la red e, incluso, otros piquituertos embisten en repetidas ocasiones a la red, consiguiendo liberar a los atrapados.
Un depredador clásico es el Gavilán ( Accipiter nisus ) que les ataca desde la espesura, donde vigila los puntos de agua en que se suelen concentrar, como hemos dicho. Un trabajo pionero en España, que realiza el ornitólogo navarro Daniel Alonso Urmeneta, está comprobando si existe más de una subespecie en la península.
Se trata de una Especie Protegida y declarada de "Interés Especial".